Muchos videojuegos clásicos fueron diseñados para sistemas informáticos más antiguos, y estos sistemas pueden proporcionar una experiencia auténtica que a menudo es imposible de replicar en el hardware moderno. Los entusiastas a menudo recolectan y restauran computadoras antiguas como el Commodore 64, Amiga o Apple II, lo que les permite jugar sus juegos favoritos exactamente como se pretendía.
Más allá de la nostalgia, las comunidades de juegos retro también son activas en la preservación y el intercambio de estos sistemas, asegurando que estas importantes historias de juegos sigan siendo accesibles para las generaciones futuras.