Las computadoras portátiles secundarias están diseñadas para ser altamente portátiles, por lo que necesitan usar procesadores que ahorren energía y no generen mucho calor. Los procesadores de voltaje ultrabajo están diseñados específicamente para este propósito y pueden funcionar a niveles de energía muy bajos sin dejar de ofrecer un buen rendimiento.
Unidades de estado sólido
Las unidades de estado sólido (SSD) son mucho más rápidas que las unidades de disco duro (HDD) tradicionales y también son más duraderas y confiables. Esto los hace ideales para su uso en computadoras subportátiles, donde la velocidad y la confiabilidad son esenciales.
Materiales ligeros
Las computadoras subportátiles deben ser livianas para poder transportarlas fácilmente. Esto significa que suelen estar hechos de materiales como fibra de carbono o aleación de magnesio. Estos materiales son fuertes y duraderos, pero también livianos.
Diseños compactos
Las computadoras subportátiles están diseñadas para ser lo más compactas posible, de modo que puedan caber fácilmente en un maletín o mochila. Esto significa que suelen tener un tamaño de pantalla y un teclado más pequeños que los portátiles tradicionales.
Batería de larga duración
Las subcomputadoras portátiles deben tener una batería de larga duración para que puedan usarse durante largos períodos de tiempo sin necesidad de recargarlas. Esto se logra mediante el uso de componentes energéticamente eficientes y baterías de alta capacidad.