He aquí por qué:
* Los mainframes son altamente escalables: Se pueden configurar con grandes cantidades de potencia de procesamiento, memoria y almacenamiento, lo que les permite manejar grandes cantidades de usuarios simultáneos.
* La carga de trabajo del usuario varía: El número de usuarios que un mainframe puede manejar depende en gran medida de las tareas que esos usuarios están realizando. Las tareas simples como la verificación de correo electrónico requieren menos recursos que las aplicaciones complejas como el modelado financiero o las simulaciones científicas.
* Optimización de software y hardware: La eficiencia del sistema operativo, las aplicaciones y el hardware impactan el número de usuarios que puede admitir un mainframe.
En lugar de un número específico, piense en estos factores:
* Volumen de transacción: Los mainframes a menudo se miden en términos del número de transacciones que pueden procesar por segundo (TPS).
* Tiempos de respuesta: La velocidad a la que el mainframe puede responder a las solicitudes de los usuarios es crucial.
* escalabilidad: ¿Con qué facilidad se puede actualizar el mainframe para manejar mayores cargas de trabajo en el futuro?
Ejemplos:
* Algunos bancos grandes pueden tener mainframes que manejan millones de transacciones por día de millones de clientes.
* Una instalación de investigación científica podría tener un mainframe que ejecute simulaciones con miles de usuarios que acceden a datos simultáneamente.
En última instancia, el número de usuarios que un mainframe puede manejar es una cuestión de diseño y configuración, no un límite fijo.