En términos generales, las pruebas AR para libros más fáciles tienden a ser más sencillas y se centran en habilidades básicas de comprensión, como recordar hechos y detalles de la historia. A medida que aumenta el nivel de lectura, las pruebas AR pueden volverse más complejas y requerir habilidades de pensamiento de orden superior, como analizar e interpretar el texto, hacer inferencias y evaluar el propósito y las técnicas del autor.
Es importante tener en cuenta que la dificultad de las pruebas AR también puede variar de un libro a otro, incluso dentro del mismo nivel de lectura. Algunos libros pueden tener tramas más complejas, vocabulario desafiante o conceptos abstractos, lo que puede dificultar la prueba AR. Además, las habilidades y estrategias de lectura específicas necesarias para tener éxito en las pruebas AR pueden diferir según las fortalezas y debilidades de cada estudiante.
Por lo tanto, no es posible decir con certeza si todas las pruebas de RA son fáciles o no. La dificultad de una prueba AR puede variar según el nivel de lectura del libro, las preguntas específicas formuladas, la complejidad del texto y las habilidades y estrategias de lectura de cada estudiante.