Suplantación de identidad: El phishing es un tipo de estafa por correo electrónico en el que los delincuentes envían correos electrónicos que parecen provenir de una fuente legítima, como un banco o una agencia gubernamental. Estos correos electrónicos suelen contener enlaces que, al hacer clic, llevan a la víctima a un sitio web falso que parece real. Luego se le pide a la víctima que ingrese información personal, como su nombre de usuario, contraseña o número de tarjeta de crédito.
Malware: El malware es un tipo de software diseñado para dañar o robar datos de una computadora. El malware se puede propagar a través de archivos adjuntos de correo electrónico, enlaces o sitios web infectados. Cuando se instala malware en una computadora, puede robar información personal, como contraseñas o datos financieros, rastrear la actividad de la víctima o incluso tomar el control de la computadora.
Denegación de servicio: Los ataques de denegación de servicio (DoS) están diseñados para interrumpir el funcionamiento normal de una computadora o red. Los ataques DoS se pueden lanzar a través del correo electrónico enviando una gran cantidad de correos electrónicos a una sola dirección o utilizando una botnet para enviar correos electrónicos a varias direcciones. Los ataques DoS pueden impedir que las víctimas accedan a su correo electrónico o utilicen Internet por completo.
Robo de identidad: El robo de identidad es el delito de utilizar la información personal de otra persona sin su permiso. Los ladrones de identidad pueden utilizar información personal robada para abrir cuentas de tarjetas de crédito fraudulentas, presentar declaraciones de impuestos o incluso recibir tratamiento médico. El correo electrónico puede ser una fuente de información personal para los ladrones de identidad, ya que muchas personas lo utilizan para comunicarse con amigos, familiares y empresas.
Ciberacoso: El ciberacoso es el uso de la tecnología para intimidar o acosar a alguien. El acoso cibernético puede adoptar muchas formas, como enviar correos electrónicos hirientes o amenazantes, difundir rumores en línea o publicar fotografías o vídeos vergonzosos de alguien. El ciberacoso puede tener un impacto significativo en las víctimas, provocando que se sientan deprimidas, ansiosas e incluso con tendencias suicidas.
Preocupaciones por la privacidad: El correo electrónico no es una forma privada de comunicación. Los empleadores, los proveedores de servicios de Internet e incluso los gobiernos pueden monitorear el tráfico de correo electrónico. Esto significa que terceros pueden acceder a su información personal, como su dirección de correo electrónico, el contenido de sus correos electrónicos y las personas con las que se comunica.