La dificultad de las pruebas puede variar de un libro a otro, incluso si son del mismo nivel de lectura. Algunos libros pueden tener preguntas más desafiantes que otros. Además, la dificultad de las pruebas también puede depender de la capacidad de lectura y comprensión del estudiante individual.
En general, las pruebas AR no se consideran extremadamente difíciles, pero requieren que los estudiantes presten atención y comprendan el material del libro. Los estudiantes que comprendan bien el contenido del libro y sean capaces de responder preguntas al respecto deberían poder aprobar la prueba AR con éxito.