La información debe ser precisa, es decir, libre de errores y equivocaciones. Esto es importante porque una información inexacta puede llevar a que se tomen decisiones incorrectas.
Puntualidad
La información debe ser oportuna, es decir, que esté disponible cuando sea necesaria. Esto es importante porque la información desactualizada puede resultar inútil o incluso perjudicial.
Relevancia
La información debe ser relevante, es decir, pertinente para la tarea en cuestión. Esto es importante porque la información irrelevante puede distraer y hacer perder el tiempo.
Integridad
La información debe ser completa, es decir, que proporcione todos los detalles necesarios. Esto es importante porque una información incompleta puede dar lugar a malentendidos o conclusiones incorrectas.
Consistencia
La información debe ser coherente, es decir, que no se contradiga. Esto es importante porque la información inconsistente puede resultar confusa y dar lugar a errores.
Accesibilidad
La información debe ser accesible, es decir, fácil de encontrar y comprender. Esto es importante porque la información inaccesible no es útil.
Fiabilidad
La información debe ser fiable, es decir, que se pueda confiar en ella. Esto es importante porque una información poco fiable puede llevar a una mala toma de decisiones.