El consumo de energía de un circuito CMOS está determinado principalmente por dos factores:
- Disipación dinámica de energía: Esta es la energía consumida cuando el circuito está conmutando. Es proporcional a la frecuencia de conmutación y la capacitancia del circuito.
- Disipación de energía estática: Esta es la energía consumida cuando el circuito no está conmutando. Se debe a las corrientes de fuga que fluyen en los transistores.
El consumo de energía dinámica de los circuitos CMOS es mucho menor que el de los circuitos bipolares, debido a que los transistores CMOS no conducen corriente cuando no están conmutando. El consumo de energía estática de los circuitos CMOS también es muy bajo debido al uso de capas de óxido de alta calidad en los transistores. Como resultado, los circuitos CMOS son muy eficientes energéticamente, lo que los hace ideales para dispositivos que funcionan con baterías y aplicaciones de bajo consumo.