Los cálculos informáticos y el procesamiento de datos se producen a velocidades de señales electrónicas que, si bien son increíblemente rápidas, todavía están sujetas a las limitaciones de la velocidad de la luz. Las señales eléctricas dentro de las computadoras se mueven a una fracción de la velocidad de la luz, generalmente entre el 30% y el 70%.
La velocidad de las computadoras se mide en términos de velocidad de procesamiento, generalmente medida en gigahercios (GHz) o terahercios (THz), y tiempo de acceso a la memoria, medido en nanosegundos (ns). Si bien las computadoras continúan avanzando en potencia de procesamiento y tiempo de acceso a la memoria, siguen sujetas a las limitaciones fundamentales impuestas por la velocidad de la luz.