El proceso comienza con la limpieza y preparación del metal para eliminar la suciedad, el aceite u otros contaminantes que puedan interferir con el recubrimiento de zinc. Luego se aplica fundente al metal, lo que ayuda a eliminar las impurezas restantes y a crear una superficie uniforme para que se adhiera el zinc.
Una vez preparado el metal, se sumerge en el baño de zinc fundido. El zinc se funde y se adhiere al metal, creando un revestimiento resistente y duradero. Luego se retira el metal del baño y se deja enfriar.
La galvanización en caliente es un proceso ampliamente utilizado para proteger una variedad de productos metálicos, que incluyen:
* Tuberías y tubos de acero.
* Acero estructural
*Repuestos automotrices
* Maquinaria agrícola
* Equipo marino
* Y muchos más
La capa de zinc que se forma sobre el metal suele tener entre 0,002 y 0,004 pulgadas de espesor, lo que es suficiente para proporcionar una excelente protección contra la corrosión durante muchos años. La galvanización en caliente es un proceso de costo relativamente bajo que ofrece protección a largo plazo, lo que lo convierte en una opción valiosa para una amplia gama de aplicaciones metálicas.