En el caso de estudiar, leer o utilizar una computadora, depende de las circunstancias específicas de la actividad determinar si constituye o no trabajo. Si la actividad se realiza a cambio de una remuneración, es probable que se considere trabajo. Por ejemplo, si a un estudiante se le paga por dar tutoría a otro estudiante, entonces la tutoría se considera trabajo. Sin embargo, si un estudiante estudia en su propio tiempo y no se le paga, entonces el estudio no se considera trabajo.
Del mismo modo, leer o utilizar una computadora puede considerarse trabajo si se realiza a cambio de una remuneración. Por ejemplo, si a un escritor se le paga por escribir un artículo, entonces el escrito se considera trabajo. Sin embargo, si una persona está leyendo un libro o usando una computadora para disfrute personal, entonces la lectura o el uso de la computadora no se considera trabajo.
En conclusión, si el tiempo dedicado a estudiar, leer o utilizar una computadora constituye o no trabajo depende de las circunstancias específicas de la actividad. Si la actividad se realiza a cambio de una remuneración, es probable que se considere trabajo. Sin embargo, si la actividad se realiza con fines de disfrute personal o educativos, entonces no podrá considerarse trabajo.