Por ejemplo, puedes tener un espacio de trabajo dedicado a tareas relacionadas con el trabajo, otro para tareas personales y un tercero para entretenimiento o juegos. Cada espacio de trabajo puede tener su propio conjunto de ventanas y aplicaciones abiertas, sin interferir con los demás espacios de trabajo.
Los espacios de trabajo ayudan principalmente en la gestión y organización de tareas, especialmente cuando se trabaja con muchas ventanas y aplicaciones abiertas. Facilitan el cambio entre diferentes contextos, como el laboral y el personal, sin tener que minimizar o reorganizar varias ventanas en un solo escritorio.
Por lo general, puede cambiar los espacios de trabajo usando atajos de teclado o haciendo clic en botones o íconos dedicados en la barra o panel de tareas de su entorno de escritorio. Algunos entornos de escritorio también pueden permitirle crear diseños de espacios de trabajo personalizados, asignar diferentes fondos de pantalla a los espacios de trabajo y más.
El concepto de espacios de trabajo está estrechamente relacionado con los escritorios virtuales, que son esencialmente la misma idea. Sin embargo, la terminología puede variar según el entorno de escritorio específico o la interfaz gráfica de usuario (GUI) que esté utilizando.