* Control centralizado: Los servidores están diseñados para administrar y controlar el acceso a recursos compartidos en una red. Esto incluye hardware (como impresoras y dispositivos de almacenamiento), software (como aplicaciones y bases de datos) y datos.
* Almacenamiento centralizado: Los servidores a menudo tienen grandes capacidades de almacenamiento y se utilizan para almacenar programas, datos y otra información en una ubicación centralizada. Esto facilita que los usuarios autorizados accedan y compartan archivos.
Desglosemos cómo logra un servidor:
* Sistema operativo de red (NOS): Los servidores ejecutan sistemas operativos especializados (como Windows Server, Linux o MacOS Server) que proporcionan la funcionalidad para administrar usuarios, permisos y asignación de recursos.
* Control de acceso: El NOS del servidor permite a los administradores configurar cuentas de usuario, grupos y permisos. Esto determina quién puede acceder a qué recursos y qué acciones pueden realizar.
* Compartir archivos: Los servidores ofrecen servicios para compartir archivos, lo que permite a los usuarios almacenar y recuperar archivos desde una ubicación central. Esto promueve la colaboración y garantiza la consistencia de los datos.
* Alojamiento de aplicaciones: Muchos servidores alojan aplicaciones que los usuarios acceden a través de la red. Esto centraliza la gestión de aplicaciones y las actualizaciones.
En términos simples: Piense en un servidor como el centro central o el centro de control de una red. Gestiona todo, desde quién puede acceder a la red hasta donde se almacenan los archivos y cómo se comparten las aplicaciones.