NTFS:NTFS (New Technology File System) asigna espacio mediante clústeres, que son grupos de sectores en el disco. El tamaño del clúster para una partición NTFS suele ser de 4 KB o más. Esta granularidad permite un uso eficiente del espacio en disco, especialmente cuando se trata de archivos grandes.
FAT32:FAT32 (Tabla de asignación de archivos 32) utiliza un método de asignación diferente llamado Tablas de asignación de archivos (FAT). Estas FAT gestionan la asignación de espacio en disco y almacenan información sobre cada archivo en la unidad. Los clústeres FAT32 suelen tener un tamaño de 32 KB.
Al convertir una partición NTFS a FAT32, el proceso de conversión puede ajustar el tamaño del clúster para que coincida con los requisitos de FAT32. Dado que los clústeres FAT32 son más grandes, esta conversión a menudo genera una pérdida de espacio.
Con fines ilustrativos, considere el siguiente escenario:
Partición NTFS con clústeres de 4 KB:imagine que tiene una partición NTFS de 128 GB. Con un tamaño de clúster de 4 KB, tiene 33.554.432 clústeres disponibles en su unidad.
Conversión FAT32 con clústeres de 32 KB:después de formatear la partición NTFS a FAT32, el proceso de conversión FAT32 ajusta el tamaño del clúster a 32 KB. Ahora, sólo tiene 4.194.304 clústeres disponibles en la misma unidad de 128 GB.
Espacio no utilizado:cada clúster FAT32 es 8 veces más grande que el clúster NTFS original. Como resultado, aproximadamente 7/8 del espacio (equivalente a 112 GB en este ejemplo) pueden permanecer sin usar o perderse debido a la diferencia de tamaño del clúster.
Este fenómeno es lo que lleva a la percepción de que se pierde espacio al formatear de NTFS a FAT32. Sin embargo, es importante tener en cuenta que la capacidad de almacenamiento físico real de su disco permanece sin cambios. Es simplemente una cuestión de cuán eficiente o ineficientemente los sistemas de archivos utilizan el espacio disponible.
Para minimizar el impacto de esta reducción de espacio, puede utilizar una utilidad de formato FAT32 que proporciona más control sobre el tamaño del clúster. Al elegir un tamaño de clúster más pequeño, puede reducir la cantidad de espacio desperdiciado. Sin embargo, esto puede resultar en un rendimiento más lento para ciertas operaciones, especialmente cuando se trabaja con archivos grandes.