Para un uso básico, como navegar por Internet, consultar correos electrónicos y procesar textos, un disco duro de 250 GB puede ser adecuado. Sin embargo, considere un disco duro más grande si planea almacenar música, videos, fotos o juegos, ya que estos archivos pueden ocupar mucho espacio rápidamente. A medida que la tecnología avanza y el tamaño de los archivos aumenta, generalmente se recomienda optar por un disco duro más grande para asegurarse de tener suficiente capacidad de almacenamiento.