Ambiente fresco y seco :Guarde los discos duros en un lugar fresco y seco, idealmente a una temperatura entre 10 °C y 25 °C (50 °F y 77 °F). Evite exponerlos a temperaturas extremas o fluctuaciones rápidas de temperatura.
Medidas antiestáticas :Los discos duros son sensibles a las descargas electrostáticas (ESD). Utilice una alfombra antiestática y una pulsera antiestática cuando manipule discos duros para evitar daños por ESD.
Protección contra golpes :Los discos duros contienen componentes delicados que pueden dañarse por golpes o vibraciones. Utilice plástico de burbujas o acolchado de espuma para proteger los discos duros cuando los transporte o almacene.
Embalaje original :Si es posible, guarde los discos duros en su embalaje antiestático original. Este embalaje está diseñado para proteger el HDD contra daños físicos y ESD.
Manejo adecuado :Manipule los discos duros por los bordes para evitar tocar las partes sensibles de la superficie. Evite tocar los conectores o las placas de circuito.
Evita los imanes :Mantenga los discos duros alejados de imanes u otras fuentes de campos magnéticos fuertes. Los campos magnéticos pueden dañar los datos almacenados en el disco duro.
Duración del almacenamiento :Si almacena discos duros durante un período prolongado, considere encenderlos ocasionalmente para mantener los componentes internos funcionando correctamente. Sin embargo, evite los ciclos de energía frecuentes.
Datos de copia de seguridad :Realice copias de seguridad periódicas de los datos almacenados en sus discos duros para protegerlos contra la pérdida de datos debido a fallas en la unidad u otros eventos inesperados.
Si sigue estas prácticas, puede ayudar a garantizar la longevidad y seguridad de sus unidades de disco duro y preservar los datos almacenados en ellas.