Para los usuarios típicos de oficina, un tamaño de directorio personal de 500 MB a 1 GB debería ser suficiente. Esta cantidad de espacio debería ser suficiente para almacenar documentos, correos electrónicos y otros archivos.
Para los usuarios que trabajan con grandes cantidades de datos, como archivos de vídeo o audio, es posible que se requiera un tamaño de directorio de inicio de varios gigabytes.
Para los servidores, puede ser necesario un tamaño de directorio de inicio de varios cientos de gigabytes o incluso terabytes.
En última instancia, la mejor manera de determinar el tamaño del directorio principal recomendado para los usuarios es evaluar las necesidades específicas de su organización y planificar en consecuencia.