Generalmente se recomienda evitar conducir durante al menos 2 semanas después de una nefrectomía (extirpación de un riñón). Esto es para dar tiempo a que su cuerpo se recupere y minimizar el riesgo de complicaciones. Sin embargo, el plazo exacto puede variar según sus circunstancias individuales y el tipo de nefrectomía que tuvo. Es importante seguir las instrucciones proporcionadas por su médico con respecto a la conducción después de la cirugía.