Cuando una unidad de disco duro no está en uso, los cabezales de lectura y escritura se estacionan en un área designada en el plato del disco. Esto se hace para evitar que los cabezales dañen la superficie del disco si la unidad se golpea o cae accidentalmente.
El área de estacionamiento está ubicada en la pista más interna del plato del disco. Cuando los cabezales están estacionados, se mantienen en su lugar mediante un pequeño electroimán. Este imán evita que los cabezales se muevan incluso si la unidad se somete a un golpe o vibración.
Cuando se enciende la unidad de disco duro, los cabezales se desaparcan automáticamente y se mueven a la pista apropiada del disco. Este proceso normalmente se completa en unos pocos milisegundos.
Estacionar los cabezales es una parte importante del mantenimiento del disco duro. Ayuda a proteger la superficie del disco contra daños y garantiza que la unidad funcione correctamente.