Las lesiones de disco extruido son más comunes en la zona lumbar, pero también pueden ocurrir en el cuello. Es más probable que ocurran en personas con sobrepeso u obesidad, que tienen antecedentes familiares de problemas de disco o que levantan objetos pesados o realizan movimientos repetitivos de flexión y torsión.
Los síntomas de una lesión de disco extruido pueden variar según la ubicación de la lesión y los nervios afectados. Los síntomas comunes incluyen:
* Dolor en la espalda, cuello o brazo.
* Entumecimiento u hormigueo en la zona afectada
* Debilidad en la zona afectada
* Dificultad para caminar o moverse
* Pérdida del control de la vejiga o los intestinos.
Si experimenta alguno de estos síntomas, es importante consultar a un médico de inmediato. El diagnóstico y tratamiento tempranos pueden ayudar a prevenir daños permanentes a los nervios.
El tratamiento para una lesión de disco extruido puede incluir:
* Descansar
* Analgésico
* Fisioterapia
* Cirugía
En la mayoría de los casos, las lesiones del disco extruido se pueden tratar de forma conservadora con reposo, analgésicos y fisioterapia. La cirugía sólo es necesaria en los casos en que la lesión es grave o no responde al tratamiento conservador.