Por pura velocidad, quieres:
* nvme: Esta es la interfaz más rápida para las unidades de estado sólido (SSD), no los discos duros tradicionales. Las unidades NVME son mucho más rápidas que las unidades SATA, especialmente para operaciones de acceso aleatorio.
* SATA III: Esta es la última y más rápida interfaz para discos duros tradicionales, que ofrece velocidades de hasta 600 MB/s.
Sin embargo, el rendimiento del disco duro también depende de:
* rpm: Velocidad de rotación del plato. 7200 rpm es el estándar para la mayoría de las unidades de escritorio, pero algunas unidades de gama alta suben a 10,000 o incluso 15,000 rpm para velocidades aún más rápidas (pero con un mayor consumo de energía y ruido).
* Cache: Una pequeña cantidad de memoria rápida que la unidad utiliza para almacenar datos a acceso frecuentes. Los cachés más grandes conducen a un mejor rendimiento, especialmente para el acceso aleatorio.
* Densidad de plato: El número de bits por pulgada cuadrada que la unidad puede almacenar. Una mayor densidad significa que se pueden leer y escribir más datos al mismo tiempo, lo que lleva a un mejor rendimiento.
* Tasa de transferencia de datos: Esta es la velocidad a la que la unidad puede leer y escribir datos, medidos en MB/S o GB/S.
En resumen, no hay ningún estándar "mejor". Debe elegir un modelo de unidad estándar y específico que satisfaga sus necesidades y presupuesto específicos.
Aquí hay un desglose:
* Para el rendimiento más rápido: Vaya por un SSD NVME, no un disco duro.
* Para discos duros rápidos y asequibles: Elija una unidad SATA III con altas RPM, caché grande y alta densidad.
* Por el costo más bajo: SATA III con RPM más bajas, caché más pequeño y menor densidad son menos costosos pero más lentos.
En última instancia, la mejor manera de determinar el estándar ideal para sus necesidades es investigar modelos específicos de disco duro y comparar sus métricas y especificaciones de rendimiento.