No se recomienda tocar la superficie de un disco duro, ya que puede dañar los componentes delicados y los datos almacenados en él. Los discos duros son dispositivos electrónicos sensibles que requieren un manejo cuidadoso. Tocar la superficie de un disco duro puede dejar huellas dactilares, polvo u otros contaminantes que pueden interferir con el funcionamiento adecuado del dispositivo. Además, tocar la superficie de un disco duro puede provocar una descarga electrostática (ESD), que puede dañar los componentes electrónicos. Por lo tanto, es mejor evitar tocar la superficie de un disco duro y manipularlo con cuidado para evitar posibles daños.