A continuación se detallan algunas diferencias y desafíos clave al usar un servidor como escritorio:
1. Hardware: Los servidores suelen estar equipados con potentes procesadores, grandes cantidades de RAM y una importante capacidad de almacenamiento, lo que puede resultar útil para tareas intensivas como edición de vídeo o informática científica. Sin embargo, a menudo carecen de tarjetas gráficas dedicadas, que son cruciales para los juegos y determinadas aplicaciones gráficas exigentes.
2. Sistema operativo: Los servidores suelen ejecutar sistemas operativos especializados diseñados para entornos de servidores, como distribuciones de Linux como Ubuntu o CentOS. Si bien estos sistemas ofrecen estabilidad y confiabilidad, es posible que no tengan las mismas interfaces fáciles de usar ni tantas aplicaciones de software como los sistemas operativos orientados al consumidor como Windows o macOS.
3. Compatibilidad de software: Muchas aplicaciones de software y controladores están diseñados específicamente para sistemas operativos de escritorio y es posible que no sean compatibles con los sistemas operativos de servidor. Esto puede limitar sus opciones de software, especialmente si depende de aplicaciones específicas para el trabajo o el entretenimiento.
4. Interfaz de usuario: Los servidores normalmente carecen de una interfaz gráfica de usuario (GUI) y en su lugar utilizan interfaces de línea de comandos (CLI). Las CLI requieren que los usuarios escriban comandos para navegar y realizar tareas, lo que puede ser menos intuitivo y requerir conocimientos técnicos.
5. Factor de forma: Los servidores suelen estar diseñados para montaje en bastidor en centros de datos o salas de servidores. Es posible que no sean tan compactos o estéticamente agradables como las computadoras de escritorio y podrían ocupar más espacio físico en su hogar u oficina.
En general, usar un servidor como computadora de escritorio puede ser factible si tiene requisitos específicos o tareas especializadas que se alineen con las capacidades del servidor. Sin embargo, generalmente es más conveniente y eficiente usar una computadora de escritorio dedicada para las necesidades informáticas diarias, considerando las interfaces fáciles de usar, la compatibilidad del hardware y la facilidad de usar aplicaciones de software de consumo.