* animales entrenados para tareas específicas:
* perros: Entrenado para detectar afecciones médicas como cáncer o bajo nivel de azúcar en la sangre olfateando muestras.
* palomas: Entrenado para reconocer objetos específicos en imágenes, utilizados para tareas como identificar cultivos dañados o localizar a las personas desaparecidas.
* ratas: Entrenado para olfatear minas terrestres y explosivos.
* Dolphins: Capacitado para usar sonar y otros métodos de comunicación para ayudar a los humanos en tareas submarinas.
* Animales que interactúan con la tecnología sin querer:
* pájaros: Uso de comederos de aves equipados con cámaras y conectividad a Internet para compartir alimentos en vivo en línea.
* ardillas: Causando cortes de energía masticando cables eléctricos.
* serpientes: Activar cámaras de seguridad de sensación de movimiento.
Estas interacciones no son las mismas que usar una computadora en el sentido tradicional. Los animales pueden estar reaccionando a estímulos, después del entrenamiento o interactuando involuntariamente con la tecnología.
Si bien es fascinante ver a los animales interactuar con la tecnología, es importante recordar que no tienen la misma comprensión y capacidades que los humanos cuando se trata de usar computadoras.