Hay algunas excepciones a esta regla general. Por ejemplo, si el propietario de la cuenta de la computadora le da permiso para acceder a ella, entonces no es un delito. Además, si accede a la cuenta de la computadora con fines legítimos, como realizar mantenimiento o solucionar un problema, es posible que no sea un delito.
Sin embargo, siempre es mejor pecar de cauteloso y evitar acceder a la cuenta de computadora de otra persona sin su permiso. Si no está seguro de si es legal o no acceder a una cuenta de computadora en particular, debe consultar con un abogado.