Los algoritmos son un conjunto de instrucciones que sigue una computadora para realizar una tarea. Están diseñados para ser eficientes y utilizar la menor cantidad de recursos posible. Sin embargo, si la memoria de la computadora fuera infinitamente rápida y no existiera computadora, no habría necesidad de preocuparse por la eficiencia o el uso de recursos. La computadora podría simplemente realizar cualquier tarea a través de la fuerza bruta, sin tener que preocuparse por optimizar su rendimiento.
En otras palabras, si la memoria de la computadora fuera infinitamente rápida y no tuviera computadoras, simplemente podríamos lanzar hardware a cualquier problema y eventualmente se resolvería. No habría necesidad de los ingeniosos trucos y técnicas que proporcionan los algoritmos.
Por supuesto, este es un escenario hipotético. En realidad, la memoria de la computadora no es infinitamente rápida y las computadoras no son libres. Esto significa que debemos diseñar cuidadosamente nuestros algoritmos para asegurarnos de que utilicen los recursos de manera eficiente.