* Rendimiento: La CPU es el cerebro de una computadora, y tenerla en una placa de expansión introduciría la latencia en la comunicación entre la CPU y el resto del sistema, lo que afectó el rendimiento.
* Heat: Las CPU generan una cantidad significativa de calor. Colocarlos en un tablero de expansión dificultaría el enfriamiento y podría conducir a problemas de confiabilidad.
* Complejidad de diseño: La integración de la CPU en la placa base simplifica el diseño y permite una comunicación más eficiente entre los componentes.
donde se encuentra la CPU:
La CPU generalmente se solda directamente en la placa base. Esto permite la comunicación más rápida y confiable entre la CPU y otros componentes.
Excepciones:
Hay algunas excepciones a esta regla:
* Algunos sistemas más antiguos: Algunos sistemas más antiguos utilizaron tableros de expansión para acomodar la CPU. Estos tableros generalmente se llamaban "placas base" o "tableros de sistemas".
* Aplicaciones específicas: Hay algunas aplicaciones especializadas en las que podría ser necesaria una CPU en una placa de expansión. Por ejemplo, en algunos sistemas industriales o integrados, donde la flexibilidad y la modularidad son importantes, la CPU podría estar en una placa separada.
Conclusión:
Si bien es técnicamente posible tener una CPU en una placa de expansión, no es la práctica estándar. La gran mayoría de las computadoras tienen la CPU soldada directamente en la placa base para un rendimiento y confiabilidad óptimos.