Sin embargo, es crucial comprender que esta es una simplificación masiva. He aquí por qué:
* Velocidad del reloj frente a instrucciones por ciclo (IPC): La velocidad del reloj (1 kHz en este caso) solo le dice cuántos ciclos de reloj ocurren por segundo. Las CPU modernas pueden ejecutar múltiples instrucciones por ciclo, una métrica conocida como IPC.
* Complejidad de instrucciones: Las diferentes instrucciones tardan diferentes cantidades de tiempo en ejecutarse. Una operación de adición simple es mucho más rápida que una división compleja de punto flotante.
* Ejecución de tuberías y fuera de orden: Las CPU utilizan técnicas avanzadas como tuberías y ejecución fuera de orden para superponer la ejecución de múltiples instrucciones, lo que hace que la relación entre la velocidad del reloj y el trabajo real realizado sea más complejo.
En resumen, mientras que una CPU de 1 kHz teóricamente cena 1,000 veces por segundo, el número real de instrucciones ejecutadas puede variar ampliamente y generalmente es mucho más bajo debido a los factores mencionados anteriormente. Las CPU que operan a tales frecuencias bajas generalmente se encuentran en sistemas integrados de muy baja potencia con necesidades de procesamiento limitadas.