La unidad de control es el "cerebro" del procesador y controla todos los demás componentes del procesador. Interpreta y ejecuta las instrucciones proporcionadas por el software que se ejecuta en la computadora, organiza la recuperación de instrucciones y datos de la memoria y dirige los componentes del procesador para que interactúen con dispositivos externos como unidades de almacenamiento e interfaces de red. La unidad de control coordina todas estas operaciones a la perfección, asegurando la ejecución exitosa de los programas en la computadora.