1. Toca el procesador o su disipador de calor. Si se siente tibio o caliente al tacto, indica que el procesador se ha utilizado activamente y todavía está disipando calor.
2. Verifique la velocidad del ventilador del refrigerador del procesador. Si el ventilador gira a mayor velocidad o produce un ruido notable, sugiere que el procesador aún se está enfriando después de un período de actividad intensa.
3. Utilice software de seguimiento. Muchas herramientas de monitoreo del sistema, como el Administrador de tareas, brindan información en tiempo real sobre la temperatura del procesador, la velocidad del ventilador y la utilización de recursos. Puede utilizar estas herramientas para comprobar el estado actual del procesador y ver si todavía está bajo carga o si se ha enfriado recientemente después de un uso intensivo.
4. Observe el rendimiento del sistema. Si el sistema se siente lento o no responde y nota un uso elevado de la CPU en el administrador de tareas u otras herramientas de monitoreo, es probable que el procesador aún esté completando tareas o procesando una cantidad significativa de datos.
5. Busque indicadores de estado de la solicitud. Algunas aplicaciones pueden mostrar indicadores o barras de progreso para mostrar su estado de actividad. Si estos indicadores son visibles, puede verificar si alguna aplicación todavía está realizando tareas intensivas o está en proceso de cargar o procesar grandes cantidades de datos.
Al combinar estos enfoques, puede obtener una buena indicación de si el procesador completó recientemente un período de uso intensivo y ahora se encuentra en un estado inactivo.