En general, una CPU con dos núcleos funcionando a 1,60 GHz será mejor para realizar múltiples tareas y ejecutar múltiples aplicaciones simultáneamente. El núcleo adicional puede ayudar a distribuir la carga de trabajo y reducir la cantidad de tiempo dedicado a esperar a que se completen las tareas. Sin embargo, si ejecuta principalmente aplicaciones de un solo subproceso o juegos que no están optimizados para subprocesos múltiples, una CPU con una velocidad de reloj más alta puede proporcionar un mejor rendimiento.
En última instancia, la mejor CPU para sus necesidades dependerá de las tareas específicas que planee realizar y de su presupuesto. Siempre es una buena idea investigar y comparar diferentes modelos de CPU para encontrar el que ofrezca el mejor equilibrio entre rendimiento y valor para sus necesidades.