Las cajas de CPU funcionan disipando el calor de la CPU. Por lo general, constan de un disipador de calor, que es un bloque de metal que absorbe el calor de la CPU, y un ventilador que sopla aire sobre el disipador de calor para ayudar a disipar el calor. Algunas cajas de CPU también incluyen pasta térmica, que es un compuesto que ayuda a mejorar la transferencia de calor de la CPU al disipador de calor.
Las cajas de CPU son esenciales para mantener las computadoras funcionando correctamente. Son especialmente importantes para ordenadores que se utilizan para juegos u otras tareas intensivas que generan mucho calor. Al mantener la CPU fría, las cajas de CPU ayudan a garantizar que las computadoras puedan funcionar al máximo y durar muchos años.