La instrucción CPUID se introdujo por primera vez en el procesador Intel Pentium en 1993 y desde entonces se ha convertido en una característica estándar de la mayoría de los procesadores x86. Cuando se ejecuta, la instrucción CPUID devuelve un conjunto de registros que contienen información sobre el proveedor, la familia, el modelo y otras características de la CPU. Esta información se puede utilizar para identificar el tipo específico de CPU, así como sus capacidades, como la compatibilidad con cálculos de punto flotante, instrucciones MMX y tecnología de virtualización.
La instrucción CPUID es una poderosa herramienta para que los desarrolladores y administradores de sistemas recopilen información sobre la CPU de un sistema informático. Se puede utilizar para optimizar el rendimiento del software, solucionar problemas de hardware e identificar posibles vulnerabilidades de seguridad.