Los procesadores de la serie E se basaron en la arquitectura Griffin, que era un diseño de bajo consumo. Estaban disponibles con uno o dos núcleos y presentaban velocidades que oscilaban entre 1,2 GHz y 2,4 GHz.
Los procesadores de la serie E no eran particularmente potentes, pero eran asequibles y energéticamente eficientes. Eran una buena opción para tareas informáticas básicas y para usuarios que buscaban una opción económica.
Sin embargo, los procesadores de la serie E han sido descontinuados y ya no están disponibles para su compra. Desde entonces, AMD ha lanzado procesadores más potentes y energéticamente eficientes que han reemplazado a la Serie E.