Características de un cultivo discontinuo:
- Sistema cerrado: El cultivo discontinuo es un sistema cerrado, lo que significa que no se añaden ni eliminan nutrientes durante el período de crecimiento.
- Fase de crecimiento exponencial: En la etapa inicial de crecimiento, los microorganismos se dividen rápida y exponencialmente, duplicándose la población a intervalos regulares. Esta fase se caracteriza por un rápido aumento del número de células y de la biomasa.
- Fase estacionaria: A medida que los nutrientes se agotan, la tasa de crecimiento se ralentiza y la población alcanza una fase estacionaria en la que el número de células producidas se equilibra con el número de células que mueren. Durante esta fase, el tamaño de la población permanece relativamente constante.
- Fase de muerte: Finalmente, los nutrientes se agotan por completo y las células comienzan a morir. La fase de muerte se caracteriza por una rápida disminución del número de células viables.
- Sin dilución de productos de desecho: En un cultivo discontinuo, los productos de desecho producidos por los microorganismos se acumulan con el tiempo, lo que eventualmente puede inhibir su crecimiento.
Los cultivos discontinuos se utilizan a menudo en investigación básica y microbiología aplicada para estudiar la dinámica del crecimiento microbiano, la utilización de nutrientes y las vías metabólicas. También se emplean comúnmente en entornos industriales para la producción de diversos productos microbianos como enzimas, antibióticos y ácidos orgánicos. Sin embargo, debido a la acumulación de productos de desecho y las limitaciones de nutrientes, los cultivos discontinuos pueden no ser adecuados para la producción a gran escala donde se requiere un crecimiento sostenido.