Limpiar periódicamente una impresora puede ayudar a prolongar su vida útil al eliminar el polvo, la suciedad y otras partículas que pueden acumularse con el tiempo y causar daños. Para limpiar eficazmente una impresora, desconéctela del tomacorriente y limpie las superficies exteriores con un paño húmedo. Utilice un cepillo suave o una lata de aire comprimido para limpiar cuidadosamente el interior de la impresora, prestando especial atención a las áreas donde están instalados los cartuchos de tinta. Evite el uso de disolventes o productos químicos fuertes, ya que pueden dañar la impresora. Además, asegúrese de seguir las instrucciones de limpieza específicas proporcionadas en el manual del usuario de su impresora.