La mayoría de los monitores son compatibles con la mayoría de las computadoras de escritorio. Siempre que el monitor y la computadora tengan el mismo tipo de conexión de video (como HDMI, DisplayPort o VGA) y la tarjeta gráfica de la computadora admita la resolución y la frecuencia de actualización del monitor, deberían ser compatibles. Sin embargo, puede haber algunos casos en los que un monitor no sea compatible con una computadora en particular. Por ejemplo, es posible que algunos monitores más antiguos no admitan pantallas de alta resolución o frecuencias de actualización altas. Además, algunos monitores pueden requerir la instalación de controladores o software adicionales en la computadora para funcionar correctamente. Si no está seguro de si un monitor en particular es compatible con su computadora, debe consultar la documentación tanto del monitor como de la computadora.