No se recomienda abrir un monitor porque los monitores contienen condensadores de alto voltaje que pueden mantener la carga incluso después de que el monitor se haya apagado y desenchufado. Abrir un monitor puede exponerlo a estos condensadores y provocar lesiones graves. Además, los monitores contienen componentes delicados que pueden dañarse fácilmente si no se manipulan adecuadamente.