Ángulos de visión: Los FPD suelen tener ángulos de visión limitados, lo que significa que la calidad de la imagen puede degradarse significativamente cuando se ve desde un ángulo que no sea directamente de frente.
Contraste: Los FPD pueden tener relaciones de contraste más bajas que las pantallas CRT, lo que da como resultado colores menos vibrantes e imágenes descoloridas.
Tasas de actualización: Algunos FPD pueden tener frecuencias de actualización más bajas que las pantallas CRT, lo que puede provocar desenfoque y parpadeo por movimiento.
Costo: Los FPD pueden ser más costosos de fabricar que las pantallas CRT, especialmente para los modelos de pantalla grande.
Consumo de energía: Los FPD suelen consumir más energía que las pantallas CRT, especialmente cuando muestran imágenes brillantes.
Impacto ambiental: Los FPD pueden tener un mayor impacto ambiental que las pantallas CRT, ya que a menudo contienen materiales peligrosos como mercurio y plomo.
Vida útil: Los FPD pueden tener una vida útil más corta que las pantallas CRT, especialmente si están sometidas a altas temperaturas o humedad.
Retención de imagen: Algunos FPD, particularmente las pantallas de plasma, pueden experimentar retención de imagen, donde una imagen tenue del contenido mostrado anteriormente permanece en la pantalla después de que la imagen ha cambiado.