Los monitores OLED (diodo emisor de luz orgánico) ofrecen tamaños de pantalla de hasta 150 pulgadas y presentan colores más ricos en comparación con los monitores LCD (pantalla de cristal líquido) tradicionales. La tecnología OLED utiliza píxeles autoemisivos, eliminando la necesidad de retroiluminación, lo que da como resultado relaciones de contraste mejoradas y colores vivos. Con las pantallas OLED, cada píxel se puede controlar individualmente, lo que permite obtener negros perfectos y una reproducción precisa del color. Los tamaños de pantalla más grandes disponibles en la tecnología OLED se adaptan a diversas aplicaciones, como entretenimiento en el hogar, juegos, creación de contenido profesional y pantallas comerciales.